Durmiendo en la verdad
Durmiendo yo vivo mi realidad
Con un ritmo tranquilo despedazo
La estúpida ansiedad

Amanecí en la matriz del crepúsculo
Bailando sin rumbo en su  atmósfera
Mirando al Sol sin saber si estaba
Flotando encima aún de mí

El puerto de las alas que me llamaba
Besaba mis pies desnudos al cielo
Conmigo en sus manos, el océano se sonrojó
Al agacharse el gran astro embellecido de luz

Sobre un trozo de madera que formaba una lancha quieta
Mi cuerpo sentado recorría su espalda fría

La luz amorfa a cada segundo era débil
Mientras el sol se acostaba en las dunas de la cama

Yo sirena, aletas, piel canela, viajé al infinito
Y el mar junto conmigo, danzando, nadando
Al son de las escamas brillantes a la luz del alba

Un café fue objeto preso de un diseño
Que con su mano lo formó de amor y de desvelo
Los labios que viven amargos se endulzan
Y se amargan debajo del plato gris de un retrato ahumado de cenizas
Por esta vez, el diseño le ha guardado
Lo vistió de café con fuego en la mano
Y el restaurante de los besos volvió
Danzando enamorando al a sirena
Que una vez sonó

Debajo de la arena.
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