Los círculos de mi primer semestre en la Meso
El término «pedofilia» se ha visto confundido con el término «pederastia». A pesar de que etimológicamente significan lo mismo (ya que ambas se basan en paidós, «niño» o «adolescente»), la primera no se refiere al abuso sexual, sino a la mera atracción sexual que siente un hombre adulto hacia un niño, es decir, hacia alguien en quien aún no se han desarrollado los caracteres sexuales secundarios (en la Grecia antigua, generalmente un erastes y su pupilo).
El pedófilo tiene varios años de diferencia con el objeto de su deseo y la ley establece que son agravantes el hecho de que el abusador tenga una posición de ascendencia con respecto al pequeño, como un sacerdote o un profesor e incluso, en el peor de los casos, cuando se trata de alguien que es de su propia familia, porque según estadísticas a nivel mundial, el 90% de los chicos abusados lo son por alguien de su entorno familiar. Desde el punto de vista psicológico, es una enfermedad mental que provoca daños (tanto físicos como psicológicos) a terceros y un deterioro de la vida personal, familiar y laboral del abusador.
Este problema es común a nivel familiar. Las víctimas, sin las palabras adecuadas para expresar su sentir, se quedad calladas, las consecuencias son tan graves que marcan para siempre la vida del niño (a) y pueden ser la causa de malas decisiones por parte del niño, la conducta cambia drásticamente, y los padres muchas veces ignoran el origen del problema o Quieren ignorar que su hijo sea una posible víctima, y lo que hacen es no hacerles caso a sus hijos y pensar que esos son cambios naturales de adolescente o solo caprichos.
Para este problema, creo que la buena comunicación entre padres e hijos, un estado emocional adecuado entre los padres y el estar informados acerca de este enorme problema social que sale pocas veces a la luz pero que suele ser común, es una protección para los niños.
Los pedófilos pueden estar en cualquier parte, por eso creo que desde casa y durante la formación escolar de los niños se les debe advertir. Muchos dicen que los niños son demasiado pequeños para entender estos temas, pero creo que los subestiman, se que pueden entender perfectamente si se les explica bien, y es mejor advertirles que sufrir las consecuencias y la desesperación cuando ya no puede haber un alivio ni físico ni emocional para el menor.
El pedófilo tiene varios años de diferencia con el objeto de su deseo y la ley establece que son agravantes el hecho de que el abusador tenga una posición de ascendencia con respecto al pequeño, como un sacerdote o un profesor e incluso, en el peor de los casos, cuando se trata de alguien que es de su propia familia, porque según estadísticas a nivel mundial, el 90% de los chicos abusados lo son por alguien de su entorno familiar. Desde el punto de vista psicológico, es una enfermedad mental que provoca daños (tanto físicos como psicológicos) a terceros y un deterioro de la vida personal, familiar y laboral del abusador.
Este problema es común a nivel familiar. Las víctimas, sin las palabras adecuadas para expresar su sentir, se quedad calladas, las consecuencias son tan graves que marcan para siempre la vida del niño (a) y pueden ser la causa de malas decisiones por parte del niño, la conducta cambia drásticamente, y los padres muchas veces ignoran el origen del problema o Quieren ignorar que su hijo sea una posible víctima, y lo que hacen es no hacerles caso a sus hijos y pensar que esos son cambios naturales de adolescente o solo caprichos.
Para este problema, creo que la buena comunicación entre padres e hijos, un estado emocional adecuado entre los padres y el estar informados acerca de este enorme problema social que sale pocas veces a la luz pero que suele ser común, es una protección para los niños.
Los pedófilos pueden estar en cualquier parte, por eso creo que desde casa y durante la formación escolar de los niños se les debe advertir. Muchos dicen que los niños son demasiado pequeños para entender estos temas, pero creo que los subestiman, se que pueden entender perfectamente si se les explica bien, y es mejor advertirles que sufrir las consecuencias y la desesperación cuando ya no puede haber un alivio ni físico ni emocional para el menor.
